Agosto es el mes en que podemos disfrutar de los resultados del trabajo que hemos realizado desde la primavera. También es el momento en el que muchas de nuestras frutas y verduras están maduras y debemos recolectarlas. Es la oportunidad perfecta para preparar algunas conservas para el invierno y, aprovechando que la mayoría estamos de vacaciones, dejaremos nuestro jardín bien organizado para los próximos meses. ¡Empezamos!
Debes estar atento para que el suelo no se reseque con el exceso de sol y calor. Esto es especialmente importante para mantener nuestro jardín verde y sano. El riego será de vital importancia durante estos meses de calor, por lo que debes estar atento a las necesidades de agua de tus plantas, árboles y césped.
Empieza el riego temprano por la mañana, si es posible antes de las 9:00, o por la tarde-noche tras la puesta de sol. De esta manera evitaremos que el agua se evapore rápidamente y las plantas se “cuezan”.
Procura que el agua de riego caiga directamente en la base de las plantas, sin mojar las flores, de este modo durarán más tiempo y se mantendrán vistosas. Presta atención a las macetas en el exterior, ya que el agua se evapora con mayor rapidez y se secan fácilmente.
Si en tu zona agosto es especialmente caluroso, deberás regar con bastante frecuencia. Las plantas anuales que se vean expuestas al sol necesitarán riego casi a diario para mantenerse sanas.
Lo mismo ocurre con el césped en los días muy calurosos. Recuerda dejarlo un poco más largo de lo habitual. Así sufre menos y le ayudas a resistir mejor la sequía.
Como no todas las plantas son iguales ni están en el mismo sitio, asegúrate de ajustar el riego a las necesidades de cada variedad; riega menos las que estén a la sombra o que tengan una mayor resistencia a la sequía y aumenta el riego para aquellas que tienen mayores exigencias de agua o que estén expuestas al sol todo el día.
Igual que en primavera, en verano no podemos descuidar el control de las malas hierbas y la maleza que crecen con bastante facilidad. Siempre que sea posible retíralas a mano y evita el uso de herbicidas que pueden dañar a otras plantas y que dejan residuos en el suelo. Para retirar las malas hierbas, sujétalas firmemente por la base y sacude ligeramente para que la tierra se suelte un poco antes de tirar, así es mucho más fácil arrancarlas con la raíz entera.
En agosto vigila también las flores marchitas y ve retirándolas según vayan apareciendo. Ten en cuenta que cuando la flor se marchita, comienza la formación de las semillas y eso requiere mucha energía por parte de la planta. Al cortar estas flores favorecemos que pueda florecer de nuevo.
Por supuesto, si lo que quieres es conseguir semillas de esa planta, puedes conservar algunas de estas flores en la parte menos visible. Para cortar las flores más grandes, podemos hacerlo con la mano, utilizando las uñas, pero para las pequeñas o más frágiles es preferible utilizar tijeras de manicurado.
Aunque agosto no es el mes ideal para la poda, puedes atacar un poco los rosales (una poda mucho menos agresiva que la de invierno) y los arbustos y setos para igualarlos y mantener la forma.
Los frutales están cargados durante este mes de calor. Algunos incluso demasiado cargados. Si ves que una rama está especialmente llena de fruta, ten cuidado, ya que puede llegar a romperse. Para evitarlo, tendremos que ayudarla a soportar el peso. Si el árbol tiene un tronco recio, podemos sujetar la rama al tronco principal con cordones.
También podemos utilizar cañas o ramas secas y fuertes para hacer una horquilla que sujete la rama apoyada en el suelo. Pero ojo, si ves que los frutos no crecen como deberían, puede ser una buena idea quitar los más pequeños o feos para asegurarte de que los demás crecen bien.
No pierdas de vista los chupones de los frutales, que pueden surgir en el suelo junto al tronco principal. Estos brotes consumen una gran cantidad de energía que le restan al frutal, por lo que es importante podarlos en cuanto los veas.
Una de las mayores recompensas de agosto la encontrarás precisamente en los frutales y en tu huerto. La fruta de verano, dulce y riquísima está ahora en su punto, así que ¡agarra una escalera y a disfrutar! Si tienes demasiada fruta y no puedes regalarla o venderla toda, puedes aprovecharla para hacer confituras y conservas para el invierno y así disponer de ella todo el año.
Ten cuidado con el riego de los cítricos. Sus sistemas radiculares son bastante superficiales y sufren más con las sequías. Riégalos con regularidad.
Los tomates, judías y calabacines también se cosechan durante agosto, así que aprovecha para llenar tu mesa de salud y de sabor. No olvides guardar algunas semillas para el próximo año.
Hablando de judías, recuerda ir guiando su crecimiento para evitar que se desmadren. Los pimientos o las berenjenas son otros ejemplos de plantas a la que tendrás que ayudar a encontrar su camino. Nosotros preferimos utilizar fibras naturales para tutorar las plantas en lugar de cordones o hilos de plástico, que no son biodegradables y que pueden llegar a estrangular los tallos.
Algunas plantas de la familia de las agaváceas nos ofrecen alternativas mucho más naturales y ecológicas. Al atar los tallos con estas fibras, nos aseguramos de que no dañan a la planta, ya que esta fibra se seca pasado un tiempo y se rompe tras haber cumplido su función.
Mucho ojo con las plagas de pulgón, chinchilla, araña roja o mosca blanca. Si vivimos en zonas templadas con lluvias ocasionales en agosto, como Galicia, también debemos vigilar de cerca a los caracoles y babosas, que pueden hacer mucho daño a nuestro huerto y jardín. Siempre que puedas, evita el uso de pesticidas y anti limacos tóxicos.
Existen multitud de alternativas a estos productos que cumplen su función sin dañar el medio ambiente. En el caso del pulgón, por ejemplo, liberar mariquitas (Coccinella septempunctata) en tus cultivos es un remedio muy efectivo y contribuye al control de pequeños insectos, ya que estos coleópteros tienen un apetito voraz. Si no hay mariquitas en tu zona en ese momento puedes adquirirlas por internet y en muchos establecimientos de jardinería ecológica.
¡Ojo! Si la mariquita no es nativa de tu zona o nunca la has visto antes, no la liberes en el medio, ya que puede constituir una invasión perjudicial para otras especies autóctonas. En cada región existen depredadores que te pueden ayudar a librarte de estos pequeños bichos.
Otra opción son los productos aptos para el cultivo ecológico, como el jabón potásico. Este producto no es tóxico, funciona creando una capa sobre los pulgones e impidiendo que respiren a través de su exoesqueleto.
Por último, unos consejos rápidos.
- Si tienes invernaderos, recuerda ventilarlos bien para evitar temperaturas extremas.
- Para los estanques: retira las algas, oxigena el agua y evita que se caliente demasiado.
- Puedes preparar semilleros de escarolas y plantar coliflores.
Ojo con las hortensias, necesitan riegos frecuentes en veranos calurosos.
