Ya es marzo, mes en el que empieza la primavera y en el que nuestro jardín se revoluciona, cobra vida y se transforma. Tendremos en cuenta las necesidades de las nuevas plantas y acabaremos los trabajos que aún no hayamos concluido, si es que queda alguno.
Empezaremos con las tareas pendientes. Si aún no has acabado la poda, este es el momento de realizar las últimas, antes de que salgan los brotes, sobre todo en los árboles, plantas o arbustos de floración tardía. Recuerda que si vas a podar una rama de más de cinco centímetros de grosor en este mes, debes tratarla con un agente cicatrizante. Aprovecha para retirar las flores secas de las plantas que hayan florecido durante el invierno.
Abono y riego
Es también el último momento para el abonado de tu jardín con abonos orgánicos como el compost. A la hora de hacerlo, asegúrate de enterrarlo un poco. Puedes aplicarlo en árboles, parterres, jardineras… Vigila de cerca tus rosales, comprueba que no hay malas hierbas y remueve el sustrato para airearlo, con cuidado de no dañar las raíces.
Si tienes césped, puedes resembrar las zonas más deterioradas de tu jardín. Airea la tierra del césped con una horca o con unas sandalias aireadoras, que puedes encontrar en tu tienda de jardinería. No olvides eliminar las malas hierbas que empiezan a crecer en tu jardín.
Huerto
Es una buena ocasión para preparar los semilleros de las plantas de primavera, sembrar las anuales, como los claveles, geranios o prímulas y dividir las vivaces para multiplicarlas. Si quieres plantar bulbos, ahora puedes empezar con los gladiolos, las dalias o los lirios. Planta los bulbos cada 15 días para tener flores más tiempo. Aprovecha esta ocasión para diseñar tu jardín. También, si tienes huerto, es un buen momento para sembrar melones, pepinos, patatas o calabazas. Puedes empezar con las legumbres, pero de forma escalonada, para disponer de ellas durante más tiempo.
Riego
El riego es importante en esta época, sobre todo si no llueve, para asegurarnos de que nuestras plantas tienen suficiente agua. Si tienes instalado un sistema de riego, revisa que esté en buen estado y que los programadores estén bien configurados. Riega por las mañanas, así evitarás los hongos que proliferan por las noches con la tierra húmeda.
No nos podemos olvidar de las plantas de interior. Además de los cuidados habituales y la limpieza de las hojas, es el momento de aumentar el riego y el abonado. Si nuestras plantas se desequilibran, las iremos girando lentamente, un poco cada día, para que reciban luz por todos sus lados. Si has guardado algunas plantas del jardín en casa, como las suculentas, es el momento de empezar a aclimatarlas al exterior de nuevo. También es un buen momento para trasplantar aquellas plantas o bonsáis que lo necesiten a un recipiente más amplio. Recuerda que algunas plantas no toleran bien los trasplantes muy continuados, así que debes asegurarte de que la planta realmente lo necesita.
